El puterío en la Historia

cHaT rElAciOnEs

sábado, 17 de mayo de 2008

III. Más martillos

La gente te dice eso para camelarte y llevarte a la cama pero la mayoría de las veces no quieren ser tu novio ni nada parecido. Eso le pasa a todo el mundo. Sabiéndolo, ándate con ojo y ya está. Yo nunca me he masturbado pensando en ti pero ya te dije que sí he tenido sueños eróticos contigo. Me he imaginado durmiendo juntos en pelotas bastantes veces, con mi cosita en tu traserito y agarrado a una teta. Eso sí. Pero creo que ya te lo había dicho. No creo que pudiera hacerme una mariamanuela pensando en ti. Qué vergüenza. Sería algo así como hacerlo en mitad de un estadio de fútbol con 100mil espectadores observándote: riéndose, opinando, gritando... Uf, no. Demasiada presión para mi polla. Dice Manu que Javier está decepcionado conmigo y contigo. Manda huevos. Y se lo dice a él. Si el único que le felicitó las Navidades pasadas fui yo. Anda y que le den morcilla. Habráse visto. No entiendo nada. Lo entiendo todo. Aquí hay que estar a las verdes y a las maduras. De día y de noche. Llueva o la canícula apriete. Lo mío es mío y lo tuyo de ambos. Mi hermana tiene un súper coche, joder, qué guapo. Lo vi esta tarde desde la ventana y está de puta madre. Quería que bajara a verlo. Digo: "sí, estoy yo para moverme". Pero aparté las cortinas y sí, está de coña. Claro, 3 millones y pico,... no sé cómo va a salir de ésta pero bueno... El lunes tengo que ir otra vez a la psicóloga. No sé qué hacer. No digo ya el lunes, digo hoy, ahora. Son solo las 2 de la mañana, acaba de empezar un día nuevo y ya no sé qué hacer. Es terrible. No sé si seguir aquí navegando hacia ningún lugar o irme a ver la tele o pegarme con un martillo en la cabeza. Pero no tengo martillo a mano y ahora ya no son horas de ponerse a buscar un martillo por la casa con mis padres durmiendo. No creo que lo encontraran muy razonable. "¿Qué haces mirando debajo de nuestra cama?" "Nada, aquí, buscando un martillo. Sigue durmiendo, mamá, que despertarás a papá". A parte, no sé si tenemos martillos. Ya no se utilizan martillos, ¿no? Yo hará años, sino siglos, que no veo a nadie pegar un martillazo. Deberíamos usar los martillos más a menudo. Deberíamos ir por la calle como en el salvaje oeste iban con los colt 45 pero nosotros con nuestros martillos que es más de aquí. Y a la mínima, desenfundar... Vas por la calle Balmes, te da una mala leche y zas, sacas tu martillo y te cargas la luneta del primer coche que veas, así, sin más; o tienes que llamar por teléfono y no te sale los huevos abrir la puerta de la cabina teléfonica, pues porque no, y la destrozas a martillazos para alcanzar el auricular,... y llamas. O llegas a la portería de tu psicóloga y te lías a martillazos con el interfono hasta que te abra alguien o te abran todos. Hasta subiría por la escalera cargándome todas las luces del edificio y gritando: "¡estoy aquí y he traído mi martillo, si alguien tiene algo que decir estaré en el segundo tercera esperando!". Estaría más ágil, estaría más tranquilo, estaría mejor. Más martillos hacen falta para responderle a esta vida que te golpea y te golpea y... la verdad, no sé de qué cojones me quejo. Pero me quejo. Guay. Del Paraguay. Mierda todo. Caca, culo, pedo, pis. Eco, eco. Uffffffffffffffffffffffffffff, la cena de esta noche me ha afectado severamente. La verdad es que era una mierda de cena. No por mala sino porque eran cosas que no me dicen nada: sopa, patatas hervidas, pollo hervido,... o sea: kk's variadas. No entiendo por qué Dios es tan injusto con los buenos, y tan bueno con los malos. Quizás Dios es malo, y el diablo bueno. Quizá la noche es el día, y el día, la noche. Quizá dormimos cuando estamos despiertos y dormimos cuando estamos dormidos. ¿Y el lunes tengo que ir a la loquera? ¿Para qué? Si yo estoy bien... No lo entiendo. Bueno, lo entiendo todo. Qué asco. Qué mierda. Más martillos.

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